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AJEDREZ | Memorial Botvínik

Kaspárov arrolla a Krámnik en las partidas rápidas

Gari Kaspárov logró ayer otra pequeña revancha contra su ex alumno Vladímir Krámnik, que le destronó hace un año como campeón del mundo oficioso. Sin embargo, su victoria por 6,5-3,5 en las partidas rápidas (cinco minutos por bando) que cerraron el duelo entre ambos en Moscú no borra el regusto negativo por la falta de combatividad de los dos en las partidas lentas (2-2); también empataron las de 30 minutos (3-3). Kaspárov ganó 47,4 millones de pesetas; Krámnik, 45,6.

Pocas veces en la historia del ajedrez se ha pagado tanto dinero (medio millón de dólares) por tan poco trabajo. Kaspárov y Krámnik tenían razones de mucho peso para ofrecer una lucha memorable a la afición. Su duelo, anunciado como un homenaje a Mijaíl Botvínik (1911-1995, tres veces campeón del mundo), patriarca del ajedrez soviético y entrenador de ambos, se ha disputado en la Sala de las Columnas, un solemne escenario muy cercano al del Campeonato del Mundo de la Federación Internacional (FIDE), que se juega en los salones del Kremlin, donde ayer fue día de descanso.

Los dos rebeldes contra la FIDE sufrieron un fuerte golpe de imagen un mes antes del torneo: el Memorial Botvínik iba a ser triangular, con el ex campeón Anatoli Kárpov. Pero éste rompió su compromiso con los organizadores y sus dos colegas al aceptar a última hora la invitación de la FIDE para jugar el Mundial, donde fue eliminado en la primera ronda por un chino desconocido, Zhang Pengxiang.

Tras algunas dudas y arduas negociaciones, Kaspárov y Krámnik decidieron mantener el torneo, dividiéndolo en tres partes (cuatro partidas lentas, seis semirrápidas y diez rápidas) para evitar que el duelo fuera interpretado como una revancha del Mundial oficioso de Londres, a la que Krámnik se ha negado reiteradamente.

Pero las partidas lentas fueron un fiasco: sólo una, la tercera, merece el calificativo de lucha; los otros tres empates fueron muy rápidos, con muy poco interés. Krámnik se mostró muy conservador, y Kaspárov no quiso arriesgar. Una actitud difícil de entender, habida cuenta de que

ambos han criticado con enorme dureza el sistema de eliminatorias cortas y ritmo acelerado (pocas partidas duran más de cuatro horas), implantado por la FIDE en el Mundial. Según ellos, es imprescindible conservar la tradición, con duelos largos y sesiones de hasta siete horas. Cabe preguntarse cómo van a lograr patrocinadores para esas ideas tras lo que acaban de hacer en Moscú.

Se suponía que la edad de Krámnik, 26 años, le daba cierta ventaja sobre Kaspárov, de 38, en las partidas rápidas, que exigen unos reflejos explosivos. Pero el desenlace llegó en la dirección opuesta: Kaspárov ganó la primera, empató las cuatro siguientes sin problemas, logró entonces tres victorias consecutivas, perdió la novena con el marcador ya definido y ofreció tablas en la última cuando tenía una posición claramente ventajosa.

¿Y ahora qué? Krámnik sigue en buenas migas con la empresa Brain Games, que organizó el Mundial oficioso de Londres y anuncia un Torneo de Candidatos para julio en Dortmund (Alemania), que Kaspárov se niega a jugar. Éste, alejado de Brain Games, sigue siendo el número uno de la lista mundial, y ganando casi todos los torneos más importantes de cada año, mientras exige una revancha que Krámnik no está dispuesto a conceder. Ambos han rechazado tentadoras ofertas de la FIDE para volver a su redil: se sabe que la de Kaspárov fue de un millón de dólares (186 millones de pesetas) por jugar el Mundial. El Memorial Botvínik era una de las pocas fórmulas posibles para que sus caminos coincidieran. Pero Botvínik, que despreciaba las partidas rápidas, se sentiría muy avergonzado si viese lo que sus antiguos pupilos han hecho en su homenaje.

LAS PARTIDAS DEL DÍA

Blancas: Krámnik.
Negras: Kaspárov.

1 d4 Cf6 2 c4 e6 3 Cf3 b6 4 e3 Ab7 5 Ad3 d5 6 b3 c5 7 0-0 cxd4 8 exd4 Ae7 9 Cbd2 0-0 10 Ab2 Cc6 11 De2 Te8 12 Tad1 Af8 13 Tfe1 g6 14 Ab1 Ag7 15 Ce5 Tc8 16 Cdf3 Cd7 17 Cg4 h5 18 Ce3 Ce7 19 h3 Cf6 20 Ce5 Cf5 21 Cf1 Cd6 22 Ce3 Cf5 23 Cf1 Ce4 24 Axe4 dxe4 25 Ce3 Dc7 26 Cxf5 exf5 27 Ac1 De7 28 De3 Dd8 29 Dg3 h4 30 Df4 Te6 31 c5 (Dado que los planes más tranquilos no ofrecen gran cosa, Krámnik se propone meter el caballo en d6, pero Kaspárov ha visto más lejos) 31 ..b5 32 a4 bxa4 33 Cc4 axb3 34 Cd6 Ad5 (Si se tiene en cuenta que esta partida se jugó a cinco minutos, la profundidad de Kaspárov es digna de aplauso: el alfil empotrado en d5 y los dos peones pasados en el flanco de dama ofrecen una compensación más que suficiente por el material sacrificado) 35 Cxc8 Dxc8 36 Dxh4 a5 37 Ab2 a4 38 Ta1 Ta6 39 Df4 Af6 40 Ta3 Rg7 41 Tea1 Dc6 (Krámnik ha bloqueado los peones, pero a costa de abandonar la defensa del flanco de rey, donde Kaspárov se dispone a golpear) 42 Db8 e3 43 f3 De6 44 Db5 e2 45 Te1 De3+ 46 Rh2 Te6 47 Dxa4 Ah4 48 Db4 Df2 49 Taa1 Ag3+ 50 Rh1 Axf3 51 d5+ Rh7 52 Tg1 Te4 (Innecesaria, porque 52 ..Axg2+ ya conducía al mate directo) 53 Db7 Axg2+ 54 Txg2 e1D+ 55 Tg1 Df3, mate.

Blancas: Krámnik.
Negras: Kaspárov.

Una partida instructiva. Kaspárov entrega la dama por una torre, un alfil y un peón. Desde una posición inicialmente pasiva, sus piezas van saliendo de su agujero con una fuerza enorme, hasta que la posición blanca se derrumba.

1 d4 d5 2 c4 dxc4 3 Cf3 e6 4 e3 a6 5 Axc4 c5 6 0-0 Cf6 7 Ab3 Cc6 8 Cc3 cxd4 9 exd4 Ae7 10 Te1 0-0 11 Af4 Ca5 12 d5 Cxb3 13 Dxb3 Cxd5 14 Tad1 Cxf4 15 Txd8 Txd8 16 Td1 Cd5 17 Ce5 Af6 18 Cc4 Tb8 19 Ca5 Ad7 20 Ce4 Ae7 21 Cc4 Ab5 22 Ce5 Ae8 23 h3 b5 24 Dg3 Tbc8 25 Rh1 a5 26 h4 a4 27 Cg5 h6 28 Cgf3 Cf6 29 Txd8 Txd8 30 Df4 Td1+ 31 Rh2 Ad6 32 g3 Ac6 33 g4 Td3 34 Rg1 Axf3, y Krámnik se rindió.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2001