El mediador norteamericano, Anthony Zinni, ha dado un ultimátum de 48 horas a israelíes y palestinos para que adopten medidas concretas para un alto el fuego; de lo contrario, abandonará su misión y regresará a EE UU. Poco antes, tropas israelíes incursionaron en Cisjordania, matando a cinco palestinos y llevándose a unos 30 presuntos militantes, y un militante suicida de Hamás se autoinmoló en Haifa causando 10 heridos ante una estación de autobuses. Después de este nuevo ataque, cuatro grupos radicales, incluidos Yihad Islámica y Hamás, dijeron que están dispuestos a suspender los atentados hasta el fin de semana.
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Los cuatro grupos guerrilleros ofrecieron la tregua a los israelíes con la contrapartida de que cesen las operaciones militares. La propuesta, que fue oficiosamente rechazada por el Gobierno de Ariel Sharon, era también un gesto de buena voluntad hacia el mediador norteamericano y su pérdida de paciencia.
Las Brigadas de Ezzedine al Qassam, vinculadas a Hamás, Brigadas Al Qods, el ejército secreto de Yihad Islámica, Brigadas de Al Aqsa y Brigadas Al Auda, estas dos últimas pertenecientes al círculo del partido gubernamental Al Fatah, difundieron desde Gaza un comunicado ofreciendo a las autoridades israelíes una tregua que empezaría esta medía noche y acabaría el fin de semana, con el fin del mes sagrado del Ramadán, siempre y cuando las tropas israelíes cesen en sus ataques.
"A pesar de todos los crímenes terroristas sionistas perpetrados contra nuestro pueblo palestino y para no permitir al enemigo destrozar las filas palestinas, les damos un plazo para que detengan los asesinatos y los bombardeos y como contrapartida nosotros suspenderemos las operaciones armadas y los martirios", asegura el comunicado.
La propuesta de tregua fue rechazada de inmediato por un portavoz del Ejército israelí, que reivindicó el derecho de Israel a practicar la "autodefensa activa", un eufemismo oficial detrás del cual se esconde la guerra sucia y los asesinatos selectivos. El portavoz reiteró además que Israel no tiene otra alternativa que la de "actuar en defensa propia" mientras la Autoridad Nacional Palestina no "combata el terrorismo y realice detenciones de los terroristas".
Negociación con Arafat
La propuesta de estos cuatro grupos guerrilleros, los más activos de la Intifada, es el resultado de una larga negociación que los representantes del Gobierno de Yasir Arataf iniciaron hace tres días con los movimientos radicales, en un intento de cerrar la crisis creada tras la oleada de detenciones y el arresto domiciliario del líder espiritual de Hamás, el jeque Ahmed Yasín. El pacto incluye además el compromiso de Hamás de desactivar la protesta callejera en defensa de Yasín y el repliegue de las fuerzas palestinas de los alrededores de la casa del jeque.
Por su parte, Zinni, ex general de los marines, veterano de la guerra de Vietnam y mediador victorioso en misiones imposibles, anunció su intención de arrojar la toalla y volver a su casa, si en un plazo de dos días israelíes y palestinos no dan pasos positivos en favor del alto el fuego.
Zinni lanzó su ultimátum ayer por la tarde, en el transcurso de una tempestuosa reunión de responsables de seguridad israelíes y palestinos en la que empezaron a lanzarse acusaciones mutuas y estuvieron a punto incluso de golpearse. Indignado, Zinni se levantó de la mesa y abandonó la sala dando un portazo, con la amenaza de regresar a su país.
El mediador había agotado su paciencia por dos razones; la falta de cooperación de los responsables de seguridad israelíes y palestinos y una nueva oleada de violencias y agresiones sangrientas, que comenzaron antes del alba en Anabta, Cisjordania, y que culminaron en Haifa con un ataque suicida.
Más de 40 tanques, fuerzas de infantería y comandos especiales incursionaron en Anabta, cerca de Tulkarem, tomaron la ciudad, asesinaron a sangre fría a cuatro policías palestinos y se llevaron a no menos de una treintena de activistas; veinte de ellos fueron obligados a desnudarse en la calle principal, según aseguró el alcalde Hamdellah Hamdellah. Los soldados invadieron otra localidad cercana, Ranim, que, como Anabta, es administrada por la Autoridad Nacional Palestina. Los ocupantes abandonaron las dos plazas a media mañana.
Pocas horas después, como si fuera una respuesta a este ataque, un activista suicida, Mimr Abu Sayfie, de 20 años, originario de la aldea de Yamun, se autoinmoló en uno de los accesos de la estación de autobuses de Haifa, causando 10 heridos leves. El muchacho, un militante de Hamás, activó antes de tiempo los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo, al sentirse descubierto por un policía, que trató de impedirle que subiera a un vehículo público. El suicida fue rematado en el suelo por un policía, que vio alarmado cómo el muchacho movía una mano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2001