Ocho comunidades autónomas, incluidas las seis gobernadas por el PSOE, exigieron ayer a la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, la retirada del pacto que firmó el 31 de octubre con la industria farmacéutica para reducir el gasto en recetas. Los consejeros niegan 'validez jurídica' a un acuerdo fraguado y firmado sin informarles ni recabar su opinión. Villalobos llamó ayer 'cicateros' a los consejeros.
A la rebelión iniciada por las comunidades gobernadas por el PSOE (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura) se han sumado Canarias y el País Vasco. Los consejeros expresaron su rechazo en el Consejo Interterritorial de Salud, reunido ayer bajo la presidencia de Villalobos.
'La ministra y el consejero de Sanidad catalán, Eduard Rius, no podían haber firmado el pacto como presidenta y vicepresidente del Consejo Interterritorial, porque no se había discutido ni aprobado en su seno', afirmó el consejero andaluz, Francisco Vallejo.
Más grave les parece que el acuerdo, que tiene una validez para tres años, interfiera en las competencias de las comunidades. 'Con el pacto, te comprometes a no tomar otras medidas', recalcó el representante andaluz. Precisamente, Andalucía acaba de iniciar una campaña para promover que los médicos prescriban en las recetas el principio activo de los medicamentos y no una marca comercial. La Junta ha llegado a un acuerdo para que, en ese caso, los farmacéuticos dispensen la presentación más barata entre las que tengan las mismas propiedades, con el fin de ahorrar en el gasto. 'Una iniciativa como ésta quedaría anulada si el pacto se hiciera firme. Por eso nos sentimos desvinculados desde el inicio'.
Otro aspecto con el que los socialistas no están de acuerdo es que se permita un aumento del gasto farmacéutico superior hasta en tres puntos al incremento del PIB nominal (crecimiento económico más la inflación). 'Es dar por válidos crecimientos de hasta el 9,5%, cuando en la actualidad estamos en el 7%', afirmó un portavoz de la Junta. Los socialistas creen además que el acuerdo 'protege a la industria' al imponer límites al ahorro que pueda alcanzarse mediante el fomento de los genéricos (fármacos sin marca, más baratos).
Villalobos, manifesto ayer que se sentía 'profundamente triste' por la actitud 'cicatera' de los consejeros socialistas. 'Ponen en duda las competencias que por ley tiene el Ministerio de Sanidad', y además 'no plantean alternativa mejor ni posible', dijo la ministra.
Sobre las competencias para firmar el pacto, Villalobos fue tajante: 'No invadimos competencias'. Los consejeros 'deberían estar contentos', según la ministra, porque en los pactos anteriores que ha firmado Sanidad con Farmaindustria 'jamás' se les había preguntado.
Villalobos había dicho anteriormente que, si una comunidad no suscribe el pacto, perderá sus posibles beneficios, como participar en los 17.000 millones de pesetas anuales que Farmaindustria entregará para proyectos de investigación al Sistema Nacional de Salud. Los consejeros socialistas consideran que ésa es una 'impresentable política de amenazas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2001