Ciudad de Murcia y Rayo Vallecano empataron a cero en un partido muy flojo por ambas partes, donde el equipo vallecano no supo imponer su condición de equipo de Primera División. Los pupilos de Gregorio Manzano, aunque tuvieron el control del partido, apenas si inquietaron la portería murciana, ya que solamente lanzaron con peligro desde fuera del área. Por su parte, el cuadro local apenas tuvo argumentos destacados para demostrar por qué había sido verdugo en este mismo torneo de Sevilla y Málaga, puesto que también Echevarría quedó inédito. La oportunidad más clara para el Rayo en la primera mitad llegó tras un córner botado por Arteaga, que Bolo cabeceó arriba mientras que en el segundo periodo Roy y Peragón, en los minutos 63 y 65, tuvieron la oportunidad de desnivelar la balanza para los vallecanos, que demostraron su condición de colista de Primera. Dieron una imagen penosa.
CIUDAD DE MURCIA 0 - RAYO VALLECANO 0
Ciudad de Murcia: Iñaqui; Manolo Sánchez, Meroño, Arias, Contreras; Asier, Francis (Rafa Muñoz, m. 46), Idiaquez (Torres, m. 36), Bomba; y Zárate y Vidal (Raúl, m. 79).
Rayo Vallecano: Echevarría; Cota, Corino, Mainz, Graff; Azcoitia, Roy (Pablo Sanz, m. 75), Iván Iglesias (Michel, m. 58), Arteaga; Peragón y Bolo (Bolic, m. 69).
Árbitro: González Vázquez, del colegio gallego. Mostró cartulinas amarillas a los locales Asier (m. 77), y Arias (m. 90), y por los visitantes a Graff (m. 26) y Mainz (m. 56).
Unos 8.500 espectadores en el Estadio La Condomina (Murcia), en noche algo fría. Eliminatoria de octavos de final, partido de ida, de los octavos de final de la Copa de Su Majestad el Rey. Terreno en buenas condiciones.
Por su parte, la única ocasión de peligro para el Ciudad de Murcia en todo el partido llegó cuando a los 76 minutos Vidal se plantó solo ante la puerta de Echevarría, pero su tímido lanzamiento llegó a las manos del cancerbero. Tampoco los cambios introducidos por ambos equipos fueron suficientes para variar el resultado final, y pareció como si tanto murcianos como madrileños se conformaran con jugarse el pase a los cuartos de final de Copa del Rey en el estadio Teresa Rivero de Vallecas.
De esta forma los aficionados locales apenas pudieron degustar un partido de buena calidad, ya que ni unos ni otros estuvieron muy por la labor de lanzarse al ataque. Su mayor preocupación fue no encajar algún tanto.
El esperado duelo entre dos de los mejores artilleros en esta Copa del Rey, Zárate y Bolo, no llegó a producirse si bien en este mano a mano particular el futbolista vasco salió mejor parado, puesto que contabilizó dos buenas oportunidades de gol, ambas de cabeza, pero no encontraron el fruto apetecido del gol.
El Rayo Vallecano tendrá que dar una mejor imagen ante sus incondicionales si quiere meterse entre los ocho mejores equipos del campeonato copero, porque la que dio anoche en el estadio de la Condomina fue impropia de un equipo de su categoría, incapaz de hacer un solo tanto a un equipo como el Ciudad de Murcia, que lucha esta temporada por mantenerse en la Segunda División B.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de diciembre de 2001