El área metropolitana de Barcelona está en desventaja respecto a la de Madrid, al menos en algunos aspectos: recibe menos inversiones del Gobierno central en ciertas infraestructuras, como la red ferroviaria de cercanías. Esta afirmación, habitual en cargos políticos catalanes, la realizó ayer el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que participó en un debate sobre el Plan Estratégico de Barcelona junto con el alcalde de esta ciudad, el socialista Joan Clos, y otros representantes de administraciones locales europeas.
No es habitual que un cargo público del PP admita que Barcelona y Cataluña se están quedando rezagadas a la hora de recibir inversiones respecto a Madrid. El pasado miércoles, por ejemplo, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, negó que Cataluña esté siendo discriminada, algo que también había rechazado hace un mes el propio Ruiz-Gallardón. Ayer, sin embargo, el presidente regional reconoció que la capital recibe más dinero que Barcelona para la red de trenes de Cercanías, aunque aseguró que el resto de las mejoras en transportes e infraestructuras públicas son mérito exclusivo de la gestión que su Gobierno hace de los presupuestos de los madrileños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de diciembre de 2001