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El Tribunal de la Unión Europea condena a Francia por su embargo al vacuno británico

Francia no puede mantener, como de hecho mantiene, el embargo al vacuno procedente del Reino Unido. Así lo dictaminó ayer el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, con sede en Luxemburgo, que sin embargo dio la razón a Francia respecto a ciertos productos cárnicos que no llegan convenientemente etiquetados. El conflicto se inició en agosto de 1999, cuando la UE decidió levantar el embargo al vacuno británico (extremadamente afectado por la enfermedad de las vacas locas) y Francia, siguiendo un dictamen científico propio, se negó a permitir su comercialización, una decisión que viene irritando profundamente a los británicos.

La Comisión Europea fue levantando paulatinamente el embargo al vacuno británico desde junio de 1998, al imponer un régimen de exportaciones basado en la fecha de nacimiento. Sólo podían llegar al continente los animales nacidos después del 1 de agosto de 1996, fecha a partir de la cual ninguno era alimentado con harinas cárnicas, los productos que transmiten la encefalopatía espongiforme bovina (o mal de las vacas locas).

Basándose en un dictamen de su propia agencia de seguridad alimentaria, Francia se negó a seguir la decisión comunitaria y ha mantenido el embargo, lo que movió a la CE a interponer un recurso en enero de 2000 ante el Tribunal de Luxemburgo, que ahora ha dictaminado contra Francia 'por incumplir sus obligaciones comunitarias'.

Para las autoridades francesas, el etiquetado del vacuno británico era el que no ofrecía suficientes garantías. En este sentido, el Tribunal de Luxemburgo considera que Francia no tiene razón en cuanto a los productos que llegaban correctamente marcados o etiquetados, pero le da en parte la razón al observar que la rastreabilidad del producto no estaba garantizada en determinados alimentos despiezados, transformados o acondicionados. El ministro francés de Agricultura, Jean Glavany, se negó ayer a comentar el asunto antes de estudiar detenidamente la sentencia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de diciembre de 2001