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OPINIÓN DEL LECTOR

El descrédito del sistema democrático

Si el Ayuntamiento de Premià de Dalt puede publicar en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya una oferta pública de ocupación anual de entre 30 y 60 plazas sin que después realice ni las convocatorias ni los concursos públicos para proveer estos puestos de trabajo. Si puede efectuar las contrataciones de personal (unas 40 al año) sin previo concurso público. Si esta manera de actuar la puede ir repitiendo sistemáticamente, año tras año, desde 1997 hasta la actualidad. Si las instituciones democráticas de ámbito superior lo permiten. Si ninguna instancia jurídica interviene. Si los partidos políticos que integran el consistorio que no forman parte del gobierno no van más allá de alguna protesta discreta. Si todo esto puede suceder actualmente en Premià de Dalt, ¿qué confianza podemos tener los ciudadanos en nuestras instituciones democráticas?

Con la pasividad de las diversas instituciones ante hechos como éstos, se trasciende la simple anécdota de lo que puede suceder en un pequeño pueblo y se apunta hacia el descrédito de todo el sistema democrático en Cataluña.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de diciembre de 2001