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EL CONTROL DE LOS PRECIOS

Los precios cayeron una décima en noviembre y sitúan la inflación interanual en el 2,7%

El petróleo y algunos alimentos frescos permiten mejorar el Índice de Precios al Consumo

La inflación se redujo al 2,7% el pasado noviembre con respecto al año anterior y ha caído a los niveles previos a la crisis del petróleo. Es el quinto descenso consecutivo en el año y responde a la caída en picado de los precios de la energía. Sin embargo, los problemas de fondo se mantienen en la inflación subyacente (sin energía y alimentos frescos), que subió hasta un 3,7% interanual y en los servicios, que se ha elevado al 4%. Tampoco se ha conseguido el objetivo del año (2%) y el Gobierno deberá abonar a los pensionistas una paga extra que se consolida a efectos de la subida para 2001. El coste total asciende a 694,7 millones de euros (115.588 millones de pesetas), que se corresponde con las siete décimas de desviación de la inflación en noviembre.

El resultado de la inflación, a punto de cerrarse el año, confirma la tendencia a la baja de los precios iniciada a mediados de año. Desde el pasado mes de junio, el recorte en la tasa anual ha sido de 1,5 puntos, y de tres décimas respecto de octubre, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. El 2,7% de noviembre es el nivel más bajo en los dos últimos años, marcados por la debilidad del euro, el encarecimiento del petróleo, las crisis alimentarias y la potencia del consumo privado.

Respecto de octubre, la reducción ha sido de una décima, cuando en los dos años anteriores se habían producido subidas de dos décimas. En relación a la media europea, el diferencial con la zona euro ha bajado una décima, según el Ministerio de Economía, hasta situarse en siete décimas. No obstante, países como Alemania (1,7%), Francia (1,2%) o Reino Unido (0,9%) mantienen una posición muy ventajosa con respecto a la inflación española. Su crecimiento económico también es inferior.

Solamente la caída de los precios de la energía (el 2,7% en el mes y el 10,8% en el último año) ha restado dos décimas al IPC de noviembre respecto de octubre. La explicación es que los precios del petróleo (el brent del mar del Norte) se han reducido nada menos que un 42,1% en noviembre respecto de un año antes. En torno a las tres centésimas de impacto, responden a la carne de cerdo (caída del 5,1% en el mes), el teléfono (descenso del 1,4%) y la carne de pollo (3,8% de bajada).

Muy vulnerable

El hecho de que sea el petróleo la causa principal de la moderación de precios hace que la inflación española sea muy vulnerable a problemas futuros. Por el momento, el efecto es beneficioso y se produce en los precios de los productos industriales no energéticos. Su tasa anual se ha reducido al 2,6%, un nivel en el que se han mantenido durante todo este año. La evolución de estos precios es determinante para la competitividad de las exportaciones. La excepción en noviembre ha sido la subida del calzado (un 0,9% en un solo mes).

No se puede decir lo mismo de todo el bloque de precios del sector servicios. En noviembre, su tasa anual se ha acelerado una décima, hasta el 4%, un nivel que se supera desde hace ya año y medio. Ha sido sorprendente lo ocurrido con los precios de los servicios turísticos (viajes organizados), que se han mantenido estables respecto de octubre en un mes de temporada baja como es noviembre. Un año antes se habían reducido un 6,3%.

El resultado de este IPC tan sensible a los productos que más oscilan es que la denominada inflación subyacente (descontados los alimentos frescos y la energía) se mantiene clavada en el 3,7%, el nivel más alto desde mayo de 1996. Tampoco han desaparecido los problemas en algunos productos alimenticios como la leche (0,6% de subida en el mes y 10,9% en el último año), la carne de cordero (7,7% y 28,8%, respectivamente), el aceite (3,1% y 5,4%) y las frutas frescas (0,9% y 12,3%).

Las expectivas son que se mantenga el recorte de la inflación en los próximos meses, aunque con algunos problemas inmediatos. Por ejemplo, el redondeo que ya se está produciendo en algunos precios por la llegada del euro. Además, el tránsito desde la peseta a la moneda europea coincide con un momento en que el consumo interno no da muestras de debilidad, sino que más bien parece reactivarse en los últimos meses del año. El consenso de los expertos es que, en condiciones normales para el petróleo, el IPC de diciembre aún puede recortarse una décima más y acabar el año en el 2,6%.

Rato, satisfecho

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, resaltó ayer en Bruselas que el resultado de la inflación en noviembre muestra que no hay riesgo para el poder adquisitivo de las familias y que existe "una clara desaceleración de las tensiones inflacionistas", informa Efe. El vicepresidente añadió que, pese a que la economía española mantiene importantes diferencias positivas de crecimiento con el resto de los países europeos, el diferencial de inflación se está reduciendo.

El responsable Política Económica y Ocupación del PSOE, Jordi Sevilla, lamentó, por su parte, "la incapacidad" del Gobierno para controlar la inflación subyacente y denunció el "desprecio" del vicepresidente segundo hacia el problema. Para Sevilla, la inflación de noviembre es "un mal dato para la competitividad de la economía". A pesar de la desaceleración económica, añadió, la inflación estructural se mantiene en el 3,7%.

Ayer se conoció también el resultado de la inflación en Portugal, donde los precios aumentaron un 0,6% respecto de octubre y un 4,4% en los últimos doce meses. Han subido sobre todo los precios del calzado y la ropa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de diciembre de 2001