El estreno enriquecedor, aunque algo frustrante, en el Campeonato del Mundo ha quedado atrás. Después de analizar lo ocurrido en Moscú, Francisco Vallejo afronta un duelo a ocho partidas contra el bosnio Iván Sokólov en Mondariz (Pontevedra), desde el próximo día 27. Luego llegará el debú en Linares, con un objetivo: "Estar dentro de un año entre los quince primeros del mundo".
Han pasado catorce meses desde que Vallejo ganó el Mundial sub 18 en Marina D'Or (Castellón) y puso la guinda a su brillante carrera como menor de edad, que empezó a los siete años. Y el balance de 2001 es magnífico: ha pasado del puesto 278º al 54º del escalafón y se ha ganado el respeto de la élite. Tras un muy meritorio cuarto lugar en Dos Hermanas (Sevilla), uno de los mejores torneos del año, ganó el Memorial Capablanca de La Habana y se clasificó para el Mundial absoluto en el Europeo de Ohrid (Macedonia).
"Todo va a su tiempo o, mejor dicho, más rápido de lo que yo esperaba. He dado un salto muy grande, y me veo con fuerza para dar otro en los próximos 12 meses. No creo que haya más de 15 o 20 jugadores más fuertes que yo en todo el mundo ahora mismo. Ciertamente, aún estoy un poco verde en algunas facetas, como las aperturas, pero eso se arregla trabajando", explicó el menorquín ayer a este diario.
No parecía muy afectado por la derrota ante el israelí Emil Sutovski, campeón de Europa, en la segunda ronda del Mundial: "Mi resultado en Moscú es malo, porque confiaba en llegar hasta la tercera ronda [frente al ucranio Vasili Ivanchuk, quien ahora es uno de los finalistas], pero mis partidas son buenas, excepto la primera contra Sutovski, la peor de las últimas 50 que he jugado".
¿Qué falló ese día? Vallejo ve ahora con claridad que fue una combinación de factores negativos. Y entre ellos incluye las ganas, excesivas, que tenía de doblegar a Sutovski, autor de su única derrota en el Europeo y de una conducta antideportiva durante esa partida en Ohrid. "Sí, Sutovski era un rival incómodo para mí tras lo que ocurrió en Macedonia, aunque debo recalcar que en Moscú no cometió incorrecciones. Pero eso se mezcló con el cansancio que arrastraba desde el incidente de la eliminatoria contra [el ucranio] Savchenko, cuando pasé toda la noche sin dormir. En condiciones normales, yo soy claramente mejor que Sutovski, pero está claro que ese día él jugó mejor".
El incidente mencionado ocurrió en la ronda inaugural, y tiene que ver con la deficiente organización del Campeonato del Mundo. Vallejo estaba convencido de que disponía de 75 minutos para los primeros 40 movimientos, y 15 más para el resto de la partida, con 30 segundos adicionales desde el primer movimiento. Ése es el ritmo que, todavía hoy, figura en el reglamento publicado por la Federación Internacional (FIDE) en sus páginas de Internet. Pero hubo un cambio de última hora, y Vallejo no se enteró: 90 minutos para toda la partida, con 30 segundos adicionales tras cada movimiento. Tras jugar bien y obtener un peón de ventaja, en posición técnicamente ganadora, Vallejo hizo la jugada 40 y esperó a que el reloj digital añadiese automáticamente los 15 minutos mencionados. Mientras se preguntaba por qué Savchenko seguía jugando muy rápido, se agotó su tiempo. El español ganó al día siguiente la segunda partida, y también las rápidas del desempate.
"Aparte del fallo de no corregir el ritmo en las normas publicadas en Internet, es urgente que la FIDE unifique criterios. Los últimos cuatro torneos que he jugado se disputaron con cuatro ritmos distintos. No tengo nada contra el acelerado, pero sí es importante que sea siempre el mismo. Por lo demás, el sistema de eliminatorias es muy espectacular, pero debería haber al menos un día de descanso cada dos eliminatorias, porque resulta agotador", añadió.
Impresionado por el gran ambiente ajedrecístico de Moscú "Vi una foto enorme de Kárpov en la portada de un diario, como salen aquí las de Raúl, por ejemplo"-, Vallejo está pensando en estudiar el idioma ruso: "Son pocos los jugadores de la élite que no lo hablan. Me parece fundamental para un ajedrecista". Pero tiene otras prioridades: "Voy a ir formando un equipo de analistas poco a poco, y seguiré con la carrera de Educación Física en Barcelona, pero sin prisas, porque lo más importante ahora es el ajedrez".
Planes inmediatos: "El duelo contra Sokólov y, tras los exámenes de enero, concentrarme en el Ciudad de Linares. No tengo un objetivo concreto porque se supone que a ese torneo voy de víctima. La presión será para los demás; si juego bien, me conformo. Organizaré concentraciones con jugadores de alto nivel, y jugaré algunas partidas de las Ligas francesa [Montpellier] y alemana [Lübeck], para mantenerme en forma". Pero insiste: "Todo a su tiempo, sin obsesionarse. Los éxitos llegarán".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2001