Nunca hubo tantos fallidos de las empresas en sus compromisos por las emisiones de renta fija (bonos y obligaciones). En los nueve primeros meses del año, los fallidos suman 18,15 billones de pesetas (7,83 billones en todo el 2000) en emisiones que, principalmente, han lanzado empresas estadounidenses ligadas con el mundo de las telecomunicaciones y la informática.
Las empresas de telecomunicaciones e Internet son las que más impagos presentan, aunque todos los sectores han 'pinchado'
A los grandes inversores suele convenirles adquirir estos bonos, ya que compensan fallidos con los mayores intereses que ofrecen
Chiquita Brands, Polaroid o eToys no han podido pagar los intereses de los bonos a los inversores, en su mayoría de EE UU
Los impagos de la deuda por parte de las empresas o de los bonos que emiten las empresas están en su punto álgido. En esta falta de dinero para atender los compromisos con los inversores se basa buena parte de la crisis que vive actualmente Argentina y que afecta a los mercados y que tiene repercusiones en los mercados españoles.
En este caso, se trata de la deuda emitida por un Estado, el argentino, que se encuentra sin recursos financieros suficientes para atender el pago de los intereses de su deuda, así como sin capacidad para renovar los vencimientos de la deuda que se van produciendo en el año. El Fondo Monetario Internacional es la tabla de salvación para el Gobierno argentino con la concesión de préstamos que le permitan atender esos pagos.
Esta situación de crisis financiera es mucho más frecuente entre las empresas. En los nueve primeros meses del año, los fallidos en emisiones de bonos y obligaciones del mundo empresarial suman 18 billones de pesetas, según datos ofrecidos por la firma de calificación Standard
La crisis se centra en las empresas
El ministro de Economía español, Rodrigo Rato, afirmaba esta misma semana que el margen que tienen los distintos Gobiernos para superar la actual crisis es muy limitado. En su razonamiento que pronunció durante unas jornadas sobre el euro, Rato basó esta aseveración en que estamos viviendo una crisis de las empresas, es decir, de sus resultados y no de las finanzas estatales. Argentina es, por el momento, la excepción ya que sus cuentas públicas hacen aguas. Sin embargo, tanto en Europa como en Estados Unidos los datos públicos son sólidos a diferencia de pasados periodos de crisis. La deuda española, por ejemplo, recibía esta semana la máxima calificación de solvencia (Triple A) de Moody's. Mientras, las empresas son el centro de la actual desaceleración económica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de diciembre de 2001