El Tribunal Supremo ha rebajado la pena a la que se había castigado a un individuo argumentando que estaba borracho cuando cometió el delito.
Espero que los agentes de Tráfico ya hayan tomado nota y el control de alcoholemia pase a ser una prueba a favor del conductor. Supongo que desde ahora, cuando alguien vaya a más velocidad de la permitida o se salte un semáforo, podrá ser él quien solicite dicha prueba, por si las cervecitas de la mañana pululan por sus venas y le quitan la multa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2001