El campeonato de Bertsolaris de Euskal Herria, que se celebra en el velódromo de Anoeta de San Sebastián, enfrentará hoy a dos generaciones que medirán su ingenio para hacerse con la txapela: la del veterano Andoni Egaña, ganador de las dos últimas ediciones, y la representada por siete jóvenes que han accedido a la técnica y las leyes de la improvisación en las escuelas. Si triunfa Egaña, igulará a Uztapide, tres veces vencedor del campeonato. En caso contrario, ganará por primera vez un bertsolari salido de una escuela.
Ninguno de los siete bertsolaris que tratará de arrebatar el título a Egaña -Sustrai Colina, Igor Elortza, Jesus Mari Irazu, Unai Iturriaga, Maialen Lujanbio, Jon Maia y Aitor Mendiluze- llega a los treinta años, ni tiene la misma experiencia en enfrentarse a una audiencia de casi 7.000 personas en Anoeta. Precisamente por eso, declaran en privado, aunque con la boca pequeña, que Egaña es el claro favorito.
El campeonato arrancó el 21 de octubre con 37 participantes -de las que siete eran mujeres, pero 29 quedaron en el camino. Las sucesivas eliminaciones han dado como resultado una final que deja claro que 'la renovación del bertsolarismo que se inició en los años 80 con las escuelas ha encontrado su camino', según Koldo Tapia, secretario de la Asociación de Bertsolaris. Pero, también, que el arte de la improvisación es un terreno cada vez menos exclusivo de los hombres, aunque sólo una mujer, Maialen Lujanbio, haya conseguido llegar a la final. 'Estamos entrando poco a poco', reconoce esta bertsolari. 'De todas formas, no creo en las cuotas. Pienso que hay que dar las mismas oportunidades a los niños y niñas en las escuelas, pero la selección debe ser natural: que lleguen los mejores'. añade.
Los ocho finalistas se subirán hoy al escenario del Velódromo de Anoeta -en sesiones de mañana y tarde- con el ánimo de ganar al resto en una batalla dialéctica que será retransmitida en directo por ETB. Llevan tiempo preparándose, leyendo, estudiando tonadas, rimas y métrica. Pero la mejor fórmula para improvisar con eficacia en las controversias o las intervenciones en solitario es, según Lujanbio, 'ser una esponja, ser sensible a todo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2001