El alcalde de Calpe, Javier Morató, ha publicado un bando para informar a la población de que el agua de la red general de suministro ha dejado de ser potable aunque no haya sido cortada. La empresa Aguas de Calp detectó que el agua presentaba una turbidez superior a la mínima exigida por la normativa para considerarla potable para el consumo. El Ayuntamiento pide que se instale una planta de tratamiento físico-químico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de diciembre de 2001