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Ybarra y Uriarte renuncian hoy a sus cargos y abandonan el consejo del BBVA

Francisco González, que queda como presidente, propondrá a Goirigolzarri como consejero delegado

Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte renunciarán a sus cargos de copresidente y vicepresidente consejero delegado en el consejo de administración que hoy celebrará el BBVA. Los dos también abandonarán el máximo órgano del banco. Ybarra, cuya decisión se adelanta tres meses a la fecha prevista, tenía estipulado mantenerse en el consejo. Uriarte anticipa tres años su marcha, lo que obliga a una importante remodelación del organigrama del banco. Uriarte será sustituido por José Ignacio Goirigolzarri, a propuesta de Francisco González, que queda a partir de ahora como único presidente de la entidad.

El consejo de administración del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) aborda hoy una decisión transcendental. Se trata del abandono de la copresidencia de Emilio Ybarra y, con ella, del punto final del periodo de transición sobre el que se sentaron las bases de la fusión de los antiguos BBV y Argentaria el 19 de octubre de 1999. Además de Ybarra, también se va Pedro Luis Uriarte, responsable de la línea ejecutiva de la entidad desde aquella fecha.

La decisión, muy meditada durante las últimas semanas, se ha adelantado tres meses al calendario oficial. Se había trazado el cambio para la junta general de accionistas ordinaria del próximo marzo. Entonces habría asumido Francisco González (procedente de Argentaria) la presidencia que ahora comparte con Ybarra, quien estaba previsto que siguiera como consejero miembro de la comisión delegada permanente; pero también renuncia a continuar en ese puesto.

Emilio Ybarra, que en la actualidad cuenta con 65 años, explicó ayer en la comisión delegada permanente, que es el órgano principal del consejo de administración, que su decisión de abandonar el consejo se debe a la necesidad de dar paso a un nuevo equipo gestor. También aludió a la conveniencia de aplicar un modelo de gestión más moderno, basado en las compañías estadounidenses, en las que el presidente saliente no se mantiene en el consejo una vez que renuncia a su cargo.

Época histórica

Ybarra, que ha sido presidente del Banco durante los últimos doce años, fue el artífice del proceso que culminó la fusión entre el Banco de Bilbao y el Vizcaya, y posteriormente de la alianza con el banco público Argentaria, lo que ha permitido al BBVA constituirse en un banco de proyección internacional.

En el caso de Uriarte, que en 1994 asumió el cargo de consejero delegado del BBV, los pactos con Argentaria establecían que podría seguir como consejero delegado y vicepresidente durante tres años más, hasta que cumpliera los 62 años, edad establecida en el banco vasco como límite de permanencia en los cargos ejecutivos. No se especificaba nada respecto a su continuidad como consejero, cuya edad de jubilación está establecida a los 70 años.

En cualquier caso, tanto Ybarra como Uriarte quedarán ligados al banco. Ybarra se mantendrá como copresidente de la Fundación BBVA junto a Francisco González (sustituyeron a José Ángel Sánchez Asiaín el año pasado) y como vicepresidente de Repsol YPF en representación de la entidad. Uriarte, por su parte, continuará como vicepresidente de Telefónica. Las dos compañías forman parte del elenco de participaciones industriales más tradicionales del banco, al igual que la eléctrica Iberdrola.

La salida de Ybarra tiene también mucha importancia porque pone fin al "periodo transitorio" que se fijó en la fusión. Ello implica un cambio de reglas sustantivas para el consejo de administración. Según las estipulaciones de la fusión, cuando un consejero se jubilaba, su sustituto era propuesto por el presidente del banco del que procedía. Así ocurrió, por ejemplo, cuando se jubiló Fernando de Ybarra (fallecido en noviembre), que fue reemplazado por José Madina Loidi a propuesta de Emilio Ybarra.

Ahora será distinto. Los puestos que queden vacantes en el consejo por jubilación u otra circunstancia se amortizarán, ya que el objetivo del banco es reducirlo a unos 20 miembros. En la actualidad cuenta con 33 representantes, 18 procedentes del BBV, 14 de Argentaria, y uno de Telefónica (de acuerdo a los pactos firmados entre el banco y la operadora). La próxima jubilación prevista, en abril, es la del vocal Plácido Arango, uno de los consejeros independientes nombrados por el Banco de España en el BBV tras la muerte de Pedro Toledo. Con la marcha de Ybarra, Uriarte y Arango y la incorporación de Goirigolzarri, el consejo quedará formado por 31 personas.

Otro de los cambios obligados ahora es el del organigrama. Está previsto que también abandonen la entidad dos personas muy ligadas a Uriarte e Ybarra: Mario Fernández, letrado asesor del consejo de administración, y Antonio López, adjunto a la copresidencia y responsable de Comunicación. Alfonso Basagoiti, adjunto a los copresidentes y director de Relaciones Institucionales, y Javier Echenique, director general, tienen pendiente negociar con el nuevo consejero delegado su futuro en la entidad.

En la comisión delegada que se celebrará en los próximos días, probablemente el jueves, González y Goirigolzarri presentarán un nuevo organigrama directivo en el que un grupo de unos siete ejecutivos controlarán las principales áreas de negocio. Entre los mejor colocados se encuentran José Antonio Fernández Rivero, Julio López, Vitalino Nafría, José María Abril, José Fonollosa, Gregorio Villalabeitia y Manuel Méndez.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de diciembre de 2001