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Washington cesa los bombardeos sobre la región de Tora Bora

Tras haber castigado sin interrupción las montañas de Tora Bora durante dos semanas, los bombardeos de la Fuerza Aérea de EE UU cesaron ayer por la tarde, no sin haber causado algunas bajas por fuego amigo.Con la toma del último reducto de Al Qaeda se cierra, al menos por el momento, la guerra en Afganistán. Una vez desalojados los seguidores de Bin Laden de Tora Bora, todo el país está ya bajo el control de la Alianza del Norte o de señores de la guerra de etnia pastún opuestos a los talibanes.

En las cuevas de la región montañosa de Tora Bora, donde presuntamente se ocultaban Bin Laden y los suyos, sólo se hallaron algunas municiones y restos de alimentos.

Un ambiente de alegría contenida reinaba en el cuartel general de los muyahidin tras la toma de Tora Bora. "Por un lado, estamos contentos, y por otro, tristes", declaró Hazrad Alí, uno de los tres comandantes que han dirigido el cerco a los seguidores de Osama Bin Laden en las montañas del este de Afganistán. "Tristes porque queríamos atraparlos a todos vivos; contentos porque hemos expulsado de Afganistán a los terroristas".

La victoria, sin embargo, no ha sido completa: todos los indicios apuntan a que Bin Laden ha huido a Pakistán a través de las montañas. Según los datos ofrecidos ayer por los líderes muyahidin, unos 200 militantes de Al Qaeda han muerto durante el asedio y otros 50 han sido capturados. Los demás, o bien han conseguido llegar al otro lado, o intentan hacerlo, "sin moral, sin comida y sin municiones", afirmó otro comandante, Haji Zahir.

¿Cuántos seguidores del fugitivo saudí participaron en la batalla? Las cifras varían según la fuente. Alí señaló ayer que fueron entre 500 y 1.000, mientras el Pentágono aseguró el día anterior que al menos 2.000 de ellos intentaban huir hacia Pakistán.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de diciembre de 2001