La expansión urbanística hacia levante de la ciudad de Almería tendrá resuelto su futuro para 2002 tras el inicio, ayer, del desmantelamiento de la vieja central térmica. La cuenta atrás de la demolición emprendida dejará expeditos 66.000 metros cuadrados frente al mar, que serán urbanizados y transformarán el lugar en una nueva zona privilegiada de la capital. El plan de trabajo que empleará Tecsa, la empresa adjudicataria, ha pasado por la revisión previa de las instalaciones para detectar residuos de los que no se tenían conocimiento para proceder a su retirada, el desguace y desmantelamiento de las construcciones industriales y la limpieza de la central.
'La idea es terminar los trabajos que afecten más al medio ambiente antes del verano y de la llegada de los turistas', explicó un portavoz de la empresa contratada meses atrás. 'Vamos a intentar por todos los medios que la zona más cercana al mar esté tirada en verano', dijo ayer el responsable de la obra, Fernando Laynez. Un estudio de viabilidad encargado por el Ayuntamiento almeriense determinará el dejar o no las chimeneas del antiguo complejo como 'testigos' del pasado industrial almeriense.
El presupuesto de desmantelamiento más el tratamiento del espigón de la central térmica asciende a unos 250 millones de pesetas, cuyos costes de demolición (Sevillana pondrá 130 para trasladar una subestación que sí está en funcionamiento) quedará revertido en los de urbanización. 'Será una zona residencial no de alta densidad y vamos a embellecer el entorno junto con la Vega de Acá', adelantó el alcalde, Santiago Martínez Cabrejas.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Almería aprobó ayer de manera provisional, con la abstención del Partido Popular, una subida de tasa relativa al servicio de transporte urbano que, en el caso de estudiantes y pensionistas supone un incremento en sus tarjetas mensuales del 9,37% y el 10,8%, respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de diciembre de 2001