José Guerrero Moreno, alcalde del PP de Alhendín (Granada), calificó ayer como una 'persecución' el control de alcoholemia montado por una patrulla de la Guardia Civil el pasado fin de semana que denunció a él y a un hijo suyo por exceder la tasa permitida cuando regresaban de una cena de confraternidad del partido. Guerrero sugirió que los agentes pertenecen al 'sindicato clandestino de la Guardia Civil' y esperaron la salida del restaurante a los afiliados del PP.
'Soy simpatizante de la Guardia Civil, ellos son de mi familia. Antes eran todos buenos pero ahora en cambio hay de todas las clases', dijo el alcalde. Guerrero, que amenazó con emprender acciones contra los agentes, reconoció que una vez que le extendieron la denuncia entregó a los guardias su tarjeta de visita de alcalde y los invitó a que 'un día, fuera de servicio' fueran a 'tomar unas cervezas en el pueblo'.
'Mi comportamiento no fue de coacción ni demostré mal carácter. Lo es aberrante es que los agentes hayan hecho público mi nombre', agregó. El alcalde de Alhendín, que lleva seis años en el puesto, aseguró que otros militantes que regresaban de la cena fueron interceptados en el control aunque no pudo precisar cuántos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de diciembre de 2001