Barcelona resistió como pudo el mazazo que supuso para el sector turístico el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York y una coyuntura económica menos boyante que la de años anteriores. Los 3.229.115 turistas que visitaron la ciudad a lo largo de 2001 suponen un 2,8% de incremento respecto al año pasado.Las pernoctaciones crecieron asimismo un modestísimo 1,4% respecto al 2000, lo que unido a la ocupación hotelera que se movió en torno al 77% de media (84% en 2000) arroja un saldo mucho menos halagüeño del que los empresarios del sector esperaban a tenor de los buenos resultados obtenidos entre enero y agosto.
Los esfuerzos del alcalde, Joan Clos, así como los del portavoz del sector hotelero de Barcelona, Joan Gaspart, para argumentar ayer que Barcelona aguantó el tirón del 11-S mejor que otros destinos turísticos europeos no lograron hacer olvidar las quejas de algunos hoteleros que ponen de relieve la insuficiencia de algunas infraestructuras, especialmente las aeroportuarias,así como el aumento de la inseguridad.
Siendo los resultados del ejercicio que está a punto de acabar los que son, el sector hotelero se conforma mirando a 2002 como un año que, salvo imprevistos, promete estar más en la línea de los anteriores ya que se perfila como un ejercicio de abundantes ferias y congresos -el Rotary Club traerá a la ciudad varios millares de personas- y el año Gaudí que está siendo ampliamente celebrado a priori entre los entusiastas del genial arquitecto catalán dispersos por el mundo. Clos definió la efeméride como 'la propuesta cultural más interesante por su duración y calidad'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de diciembre de 2001