Pamela, hermana de Javier Rugel, el hombre de 30 años asesinado el pasado lunes de cuatro tiros en una inmobiliaria de Arganzuela, rechazó ayer que el móvil del crimen fuera una venganza, tal y como sospecha la policía. La familia espera repatriar el cadáver a Guayaquil (Ecuador), ciudad natal de la víctima. La hermana explicó que Javier Rugel llegó a España hace seis meses, gracias al empleo que le encontró ella. 'Me siento culpable porque yo le animé a que viniera. Creo que se confundieron de persona, él no tenía ningún enemigo. Era una persona extraordinaria', dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de diciembre de 2001