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Los animales sacrificados en la finca de Córdoba dan un resultado negativo en el análisis de EEB

Los primeros análisis efectuados a los animales sacrificados la pasada semana en la explotación ganadera en la que se produjo el primer caso de vaca loca de Andalucía han dado resultados negativos de la enfermedad de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), según la delegada de Agricultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, María del Mar Giménez.

Los tests prionic realizados en el Laboratorio de Sanidad Animal de Córdoba dieron resultado negativo en las 105 reses que fueron sacrificadas en la finca de Pedroche (Córdoba) al confirmarse el 1 de diciembre que una frisona padecía el mal de las vacas locas.

A juicio de la delegada de Agricultura, estos datos confirman que el de Córdoba 'ha sido un caso aislado' en la provincia y en la región, y que la zona del Valle de Los Pedroches, de extraordinaria importancia ganadera, 'goza de grandes garantías de sanidad' en la cabaña bovina.

Casi de la misma opinión es el propietario de la hacienda en la que se halló la primera vaca enferma, José Luis Carrillo, que siempre estuvo convencido de que ése era el único animal de su explotación que padecía dicha enfermedad. Carrillo adquirió esa vaca en 1998 en Porcuna (Jaén) junto a otras 21 novillas. La primera sacrificada con la enfermedad tenía 60 meses.

Indemnización

María del Mar Giménez confirmó ayer que la Delegación de Hacienda de la Junta en Córdoba ya ha librado más de 22 millones de pesetas (132.222 euros) para la indemnización que la Consejería de Agricultura entrega a este ganadero tras el sacrificio de todas las reses, dinero procedente del Plan Andaluz contra la EEB que ha puesto en marcha la Junta.

El ganadero, además, recibirá otros 10 millones de pesetas (60.101,21 euros) de la compañía en la que tenía asegurada todas las cabezas de ganado de la finca. Carrillo comentó ayer que 'ha sido una lástima tener que matar toda la ganadería', puesto que, en su opinión, producía 'una leche con la doble calidad europea'. Con el sacrificio de todas las reses, se le 'han venido abajo 20 años de trabajo'.

Carrillo añadió que con la indemnización que reciba comprará nuevas vacas. 'De hecho, ya he empezado a ver algunas en Córdoba, pero no me han convencido', dijo cuando anunció que después de las fiestas seguirá buscando más animales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de diciembre de 2001