La Unió de Llauradors criticó ayer la falta de implicación de las cooperativas y de los comerciantes privados ante la manifestación convocada para mañana en defensa del sector citrícola ante el veto de Estados Unidos a las clementinas. El secretario general de la Unió, Joan Brusca, recordó que la protesta está recibiendo adhesiones de las patronales, los partidos políticos y colectivos diversos, y reclamó el apoyo decidido de 'la gente que tendría que moverse'. El mensaje de Brusca se dirigía a cooperativas y comercio privado, los afectados más directos de esta crisis citrícola. La Unió y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) recordaron en un comunicado conjunto el compromiso adquirido por 'todos los colegios' que forman la interprofesional Intercitrus de parar mañana la actividad en el campo, cooperativas y comerciantes. El sector sabe que la actual campaña de exportación a Estados Unidos ha terminado y dirige sus esfuerzos a intentar garantizar el comercio en próximos años. Joan Brusca pidió a la Administración garantías para que la situación no se repita y se mostró convencido de que EE UU levantará el veto cuando los dos barcos que aún no tienen destino encuentren un mercado nuevo.
A falta de conocerse los resultados de la inspección estadounidense, en el sector se apunta que la visita refuerza la sospecha de que en el veto a las clementinas ha jugado un papel la presión de los productores de cítricos norteamericanos. Por otro lado, los fabricantes de envases de madera, en los que se exportan casi todas las clementinas valencianas, aseguraron ayer que el cierre de fronteras a este producto provocará pérdidas de más de 1.300 millones de pesetas y de cerca de 350 puestos de trabajo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de diciembre de 2001