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OPINIÓN DEL LECTOR

Gracias

Para un ciudadano siempre es grato comprobar que sus dirigentes, así como los técnicos funcionarios que gestionan nuestros servicios, ponen todos sus sentidos (aptitud, facultad, sentido común) en conocer de sus administrados, para hacer efectivos sus anhelos. Poco a poco percibo su huella en mis pequeños enfados diarios: he opositado sin suerte en una de sus inmaculadas convocatorias de trabajo público, gracias; aliviado he comprobado como, por fin, clausuraban el aparcamiento donde, de manera pérfida, dejaba mi coche (después de un recorrido diario, hacia mi trabajo de funcionario, de 180 kilómetros) a causa de unas insólitas irregularidades administrativas que suponían un agravio comparativo con el resto de parkings de la ciudad, gracias; observo con delito el paso de los vehículos transitando por las estrechas calles medievales del Raval, de camino hacia el centro comercial, gracias; cada mañana disfruto de los 'buenos días' cordiales de los obreros que colapsan los aparcamientos y las aceras, gracias; Iberdrola ha descongelado mi frigorífico y mi paciencia durante tres días consecutivos, sin que su señoría el presidente de la Corporación haya hecho efectiva su atribución legal en el tema; gracias y que Dios se lo pague con la parte proporcional de mis impuestos... aunque, ¿me podrían decir si me informarían en sus oficinas sobre sistemas de objeción fiscal?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de diciembre de 2001