Uno de los objetivos del Plan contra la Exclusión Social es lograr que los 25.952 analfabetos de entre 16 y 65 años que viven en la región accedan en los próximos cinco años a cursos de alfabetización. Ahora sólo un 20% va a esas clases. El Gobierno prevé también establecer una red de centros de atención preferente -aquellos que tienen más de un 25% de escolares con necesidades de compensación educativa o que escolaricen a más de un 30% de niños de minorías (inmigrantes y gitanos)-, que serán de financiación prioritaria.
El plan garantiza, asimismo, una plaza de educación infantil (de 0 a 6 años) y becas de comedor a todos los niños de familias perceptoras de las rentas mínimas que lo precisen. Y plantea la posibilidad de sancionar a los centros que no reserven plazas para chavales con necesidades especiales que se matriculan ya iniciado el curso: hasta ahora, esos colegios no tenían castigo alguno.
En el ámbito laboral, el Gobierno regional promete una oferta formativa adecuada a los perceptores de la renta mínima que lo precisen. El objetivo es que cada año un 20% de los beneficiarios de estas ayudas puedan acceder a programas formativos que garanticen una contratación laboral (escuelas taller, casas de oficios, empresas de inserción...). Se pretende también regular las empresas de inserción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de diciembre de 2001