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GENTE

LA IMPORTANCIA DE LOS NOMBRES

Entre las muchas cosas que pueden marcar la relación entre padres e hijos está -para bien o para mal- la elección del nombre que los primeros dan a los segundos: unas cuantas letras para la vida y la muerte. José Manuel Morera, funcionario del Registro Civil de Costa Rica, se dedicó a desempolvar los archivos, sacando a la luz algunos nombres que podrían inspirar al mismísimo Sigmund Freud a escribir una nueva versión del psicoanálisis. Algunos nombres son fruto de la emoción de padres extasiados: Preciosísima, Luz Bella, Alegría, Perfecta, Felicidades, Genio, Triunfo, Adoración, Clara Luna, Amanecer, Clara Estrella, Lucecita, Lírica, Digna Corona, Poema, Cielo, Milagrito o Nube Luz. El catedrático de Literatura en la Universidad de Costa Rica e investigador de la cultura popular, Guillermo Barzuna, explicó que desde 1960 el español deja paso a nombres en otros idiomas, algunos relacionados con la publicidad. Los ejemplos no pueden ser más explícitos: Hyundai (marca de vehículo), Givenchy (marca de ropa), Usnavy (Marina de Estados Unidos), Disney (productora de dibujos animados), Gerber (producto para niños). También algún padre eligió para su hija el nombre de Mafalda, famoso personaje del dibujante de historietas Quino. El afán por escoger nombres relacionados con otros idiomas son, para el profesor Barzuna, un ejemplo de la influencia de los medios de comunicación y el deseo de las clases bajas por mejorar su condición social.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de diciembre de 2001