La Audiencia de Granada ha impuesto una condena de cuatro años de prisión por homicidio por imprudencia grave al joven acusado de la muerte de su abuela, a la que, según el veredicto de un jurado popular, no quiso matar cuando le propinó 'una cruel y brutal paliza', que días después acabó con su vida. La sentencia de la sección primera de la Audiencia de Granada impone al acusado el pago de una indemnización a sus propios familiares y herederos de la víctima de 1,9 millones de pesetas. El presidente del tribunal popular, José Juan Saenz Soubrier, que aplica la agravante de parentesco y rechaza la de reincidencia, comparte el criterio del jurado de que el acusado 'no admitió ni se representó la posibilidad de causar la muerte' a su abuela, de 83 años, cuando la emprendió a a golpes con ella tras haberle imputado el robo de dos millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de diciembre de 2001