La Diputación de Álava se convirtió ayer en la primera de las grandes instituciones vascas con el presupuesto de 2002 aprobado, después de que las Juntas Generales ratificaran -con el voto en contra de PNV, EA e IU y la ausencia de Batasuna- las cuentas apadrinadas por el gobierno PP-UA y los socialistas. La institución foral administrará 50.689 millones de pesetas, de los que 18.000 estarán destinados a inversiones.
El debate de ayer sólo sirvió para reproducir los argumentos esgrimidos con anterioridad por la oposición -rebaja de las inversiones y aumento de la deuda como reproches principales- y para constatar la extensión a Álava del bloque conformado por los tres partidos del Gobierno vasco. Batasuna se ausentó de la votación para evitar coincidir con PNV, EA e IU, por su falta de apoyo a una enmienda sobre la situación de los presos. El portavoz socialista, Juan Carlos Prieto, puso de relieve el alto contenido social de las cuentas y enfatizó el papel de su partido 'que en este territorio decide y resuelve' en las instituciones.
Mientras, en Guipúzcoa, el diputado general, Román Sudupe, aseguró que las negociaciones para alcanzar un acuerdo presupuestario avanzan y que 'lo importante no son las fechas'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de diciembre de 2001