Entre compra y compra, música. Ahora, un trío de jóvenes mujeres -dos violines y un violonchelo- interpretando a Vivaldi, un poco más allá otro trío -éste de adolescentes varones - adaptando villancicos a ritmo de dixieland, y 20 metros más adelante el espectáculo de los hombres / mujeres estatuas. Así, desde la avenida del Portal de l'Àngel hasta llegar frente a la catedral. Y en medio, la muchedumbre.
Ir de compras dominicales en las puertas de Navidad se está convirtiendo en un hábito que cada vez cuenta con más adeptos. Y si no se va de compras, se va a pasear.
Aun antes del mediodía de ayer, los aparcamientos del centro de Barcelona estaban prácticamente al completo, y el ir y venir de cientos de personas en las bocas del metro era incesante. Ayer, además, la apertura dominical fue secundada por los mercados municipales. En el de la Boqueria, por ejemplo, eso significa más movimiento. Pese a que la mañana ya fue animada, los comerciantes apuntaban que durante la tarde el ritmo de afluencia y, sobre todo, de ventas se incrementaría, ya que es el último festivo de apertura comercial antes de las fiestas. De todos los festivos de la campaña de Navidad, este fin de semana suele ser el que más facturación proporciona a las tiendas.
El gremio de comerciantes considera que esta campaña de compras navideñas puede cerrarse con un incremento de ventas en torno al 4% respecto al año anterior. Miguel Ángel Fraile, secretario de la Confederación de Comercio, cree que esa cifra podría verse superada.
La afluencia de multitudes no fue exclusiva del centro de Barcelona, ya que los grandes centros comerciales, como La Maquinista y todos los establecimientos de El Corte Inglés, recibieron a miles de visitantes. Un total de 30.000 establecimientos de toda Cataluña abrieron ayer sus puertas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de diciembre de 2001