La Sala Quatre de Valencia ha llegado a su fin como local de conciertos, según una nota enviada por la empresa Play Producciones, encargada de su programación musical en los últimos tres años. La Consejería de Cultura, gestora del edificio Rialto, donde se ubica el local, 'ha decidido convertir su sótano en un gimnasio para danza', añade el comunicado.
La empresa recuerda que ha programado 200 conciertos y critica la decisión de Cultura, cuando existe una 'queja extendida de falta de locales de conciertos'. Esto es 'debido en gran parte a la complejidad burocrática impuesta por los ayuntamientos' y a la falta de 'apoyo institucional'. También señalan que los gestores culturales siempre están 'dando la espalda al pop-rock'. 'Hay que recordar que el único evento de pop-rock importante de producción valenciana y con repercusión nacional, tiene carácter privado, el concurso Valencia Sona', agrega la nota.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de diciembre de 2001