Los diez participantes en el Ciudad de Pamplona han sido bien elegidos, como siempre, pero el foco inicial se centra en el azerí Teimur Radyábov, de 14 años, uno de los mayores talentos que ha dado el ajedrez en las últimas décadas. Su estreno, hoy, es difícil: con las piezas negras frente al húngaro Zoltan Almasi.
Radyábov había ganado tantas medallas en torneos infantiles y juveniles que ya no tenía sentido jugarlos. Sus entrenadores, que también lo fueron de Gari Kaspárov durante la infancia de éste en Bakú, comenzaron a buscar invitaciones para pruebas mucho más exigentes.
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Y el chico responde muy positivamente: en abril terminó el 8º en Dos Hermanas (Sevilla), donde su único puesto lógico hubiera sido el último. Y en septiembre logró un asombroso segundo lugar, empatado con Víktor Korchnói, en el Memorial Najdorf de Buenos Aires, ganado por Anatoli Kárpov.
Su paso por el reciente Mundial de Moscú se saldó con una duda eterna: los árbitros le perjudicaron gravemente (algo muy raro en ajedrez) al cometer varios errores tras la avería del reloj que controlaba su primera partida con el estonio Jaan Ehlvest, en una posición claramente favorable al azerí. Éste fue declarado perdedor por tiempo después de empatar la segunda partida sin saber el veredicto de la primera.
En teoría, sólo los tres españoles -Marc Narciso, Javier Moreno y Óscar de la Riva- deberían quedar por debajo de Radyábov en Pamplona. Sin embargo, el torneo es particularmente difícil para pronósticos certeros. Los tres mencionados, especialmente Narciso y Moreno, ya han dado varias muestras de su capacidad para dar sorpresas. Y los seis teóricamente superiores al azerí saben muy bien a estas alturas cómo se las gasta el paisano de Kaspárov.
Primera ronda (hoy): Almasi - Radyábov; De la Riva - Bologan (Moldavia); Moreno - Narciso; Andersson (Suecia) - Fressinet (Francia); Conquest (Reino Unido) - Leitao (Brasil).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de diciembre de 2001