El Fondo Monetario Internacional (FMI) y su principal accionista, Estados Unidos, mantienen una expectante distancia sobre la evolución de la crisis argentina. Tras el silencio público, toma cuerpo una nueva estrategia de actuación, planteada hace un mes por Anne Krueger, la número dos del FMI. Krueger propone crear un proceso de suspensión de pagos para países similar al que se aplica a las empresas. Washington, Londres y otras capitales aprueban la idea.
Argentina es la primera responsable de su marasmo, señalan de forma abierta economistas de instituciones financieras internacionales y, con discreción, dirigentes del FMI. Paul O'Neill, secretario del Tesoro de EE UU, calla estos días, pero este verano declaró en The Economist: 'Llevan con problemas 70 años o más. No tienen nada que exportar que merezca la pena. Y no les importa. Nadie les ha obligado a ser como son'. A pesar de esta dureza, O'Neill, que representa la política no intervencionista de la Administración de George Bush, apoya la nueva idea de la número dos del FMI.
Sistema perverso
Sostiene Krueger que el actual sistema es perverso al imponer cargas económicas insuperables a los países que caen en crisis de alcance internacional. Su idea es que los deudores pidan permiso al Fondo para declarar una suspensión de pagos, como hacen las empresas ante los jueces. Concedida la autorización, el país endeudado negociaría ordenadamente con sus acreedores, bajo la tutela del FMI, que estaría capacitado para imponer controles de cambio para disuadir de la huida a los capitales privados.
El plan cuenta con el visto bueno de los principales integrantes del FMI y debe ser aprobado por los más de 180 países que lo integran. El plan equivaldría a amnistiar a los países que cumplieran las condiciones exigidas por el FMI. En cambio, la idea no gusta en Wall Street, donde bancos con préstamos en países en vías de desarrollo temen que el plan de Krueger les suponga la pérdida de buena parte de sus créditos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de diciembre de 2001