Estados Unidos no quiere dejar nada al azar o la muerte. Sigue incluyendo en la lista de sospechosos que sus tropas buscan en las montañas de Tora Bora a miembros de Al Qaeda presuntamente fallecidos durante los bombardeos, entre ellos el número dos de la organización, Aiman Zawahiri. Mientras tanto, el FBI investiga el atentado fallido contra un avión de American Airlines. Su autor pudo haber coincidido en una mezquita de Londres con Zacarias Musaui, el único detenido por los ataques del 11 de septiembre.
La lista sólo incluye nueve nombres, cuatro egipcios y cinco saudíes, según publicaba ayer Los Angeles Times. Empieza por Osama Bin Laden, cuya suerte sigue siendo un misterio, y sigue con Aiman Zawahiri, el fundador de la Yihad, y otro de sus ayudantes, Mohamed Atef. Informes publicados hace unas semanas los dieron a ambos por muertos durante los intensos bombardeos. Su reaparición en la lista hace suponer que los norteamericanos no están tan seguros de que fallecieran.
Mientras, el FBI sigue investigando las conexiones y motivaciones del presunto terrorista que el pasado sábado intentó encender un artefacto explosivo casero en un avión de American Airlines que volaba rumbo a Miami. Richard Reid, el nombre que consta en su pasaporte británico, quizás no actuó solo, como se pensó en un principio. El Times de Londres aseguraba ayer que frecuentaba la misma mezquita que Zacarias Moussaoui, el francés de origen marroquí detenido en Estados Unidos y acusado de conspiración en relación a la trama de los atentados del 11 de septiembre. No hay pruebas de que los dos hombres se conocieran.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de diciembre de 2001