Las inscripciones árabes y mudéjares que decoran el Real Alcázar sevillano son interpretadas musicalmente en el disco compacto La felicidad cumplida, editado por el patronato del monumento bajo la coordinación del músico Eduardo Paniagua. El CD reúne una selección de estos textos, que se han tomado del libro Inscripciones árabes de Sevilla, de Rodrigo Amador de los Ríos, a los que se han adaptado melodías tradicionales andalusíes.
Las inscripciones, repartidas por distintas estancias del palacio, contienen invocaciones a Dios (Allah), elogios al edificio y a su constructor, el 'sultán' don Pedro. Para ser cantadas, algunas han tenido que traducirse al árabe clásico, trabajo realizado por Hamza Massari, profesor de literatura española en Praga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de diciembre de 2001