Una nueva novela anónima, El castillo fortificado, de nada menos que 712 páginas, la segunda atribuida al presidente iraquí, Sadam Husein, ha sido en Irak el éxito literario del año que termina, donde los medios de comunicación no le han ahorrado elogios. Año y medio después de la salida del anterior gran triunfo literario atribuido a Sadam Husein, la novela Zabiba y el rey (160 páginas), que se popularizó internacionalmente debido al interés de la CIA estadounidense en su texto, llega Al Qalaah al Hasinah (El castillo fortificado) con una promoción parecida. La temática, como en la anterior novela, también mezcla el amor y el patriotismo. En la primera, ambientada en tiempos pasados, el rey se enamora y se casa con Zabiba, una joven y pobre campesina a la que va contando en sus conversaciones sus ideas para el buen gobierno del pueblo, mientras en ésta, en tiempo actual, a los protagonistas los separan los problemas de un país dividido y desangrado por las guerras. La historia, contada por su protagonista, Sabah al Hag Hasan, un patriota iraquí que luchó en las guerras con Irán de 1980 a 1988 y del golfo Pérsico de 1991, narra el sufrimiento del joven al no poder casarse con Shatrin, una compañera de estudios kurda. El volumen, que ha inundado las librerías y quioscos de Irak, tiene en la portada un gran castillo y la imagen de los protagonistas junto a otras dos mujeres, una de ellas con la silueta de la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, símbolo islámico de la Ciudad Santa. En la contraportada aparece un guerrero árabe a caballo, rodeado de aviones y misiles iraquíes que vuelan hacia Palestina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de diciembre de 2001