Atrid abandona una mañana su hogar después de 18 años de matrimonio, sin ninguna explicación. Su marido, un historiador de arte, se lanza entonces al ejercicio de la duda cartesiana e intenta encontrar el porqué de esta marcha entre la maraña de personalidades que confluyen en él mismo y agarrándose a una sola idea: 'Cuanto más envejezco, menos sé'. El escritor danés Jens Christian Grøndahl (Copenhague, 1959) propone con Silencio en octubre (Salamandra) 'un viaje de la mente' en el que el protagonista se plantea una serie de interrogantes sobre la búsqueda del yo 'a los que no encuentra respuesta dentro de la libertad del mundo contemporáneo. Porque la sociedad potencia al individuo como ser fuerte y libre, pero crea personas débiles a las que se les escapa de las manos el significado de lo que es la vida y las relaciones', explica.
Jens Christian Grøndahl es un autor muy conocido en Dinamarca, donde tiene nueve libros ya publicados, que se presenta ahora al público europeo con la traducción de Silencio en octubre a 12 idiomas. Grøndahl introduce en esta novela al lector en la mente de un maduro historiador de arte que busca su identidad cuando el hogar se inunda de silencio con la marcha de sus dos hijos y, más tarde, de su mujer.
'Nuestra personalidad ya no se forja en la juventud para permanecer inmutable, como contaban las novelas decimonónicas. La madurez ya no nos transforma en seres sabios. Hoy, la vida de una persona la componen fragmentos de una personalidad cambiante', señala. Esto es precisamente lo que narra Grøndahl, los recuerdos que han forjado la vida de un personaje 'decadente' que no llega a reconocerse en su pasado y que crea 'versiones distintas de una misma identidad'.
Retrato de experiencias
El silencio, 'el centro de una tela de araña alrededor de la que se tejen cientos de interrogantes', crea para el autor los 'nuevos significados de identidades porosas que absorben todo lo que les rodea y que manifiestan los efectos que tiene sobre nosotros aquellos a los que vamos conociendo'. A juicio de Grøndahl, 'frente a la idea triste de que nunca llegaremos a conocernos a nosotros mismos ni a los que nos rodean, queda la esperanza y el reto de la búsqueda de esos misterios ocultos'.
Jens Christian Grøndahl define su literatura como 'el retrato de experiencias individuales con las que llegamos a la mente de los demás'. El escritor danés confía en que el valor de su obra está 'en la necesidad de expresar y comprender a aquellas personas con las que compartimos el mundo'. 'Algo parecido', compara, 'a la democracia, que se basa en el diálogo'. Y concluye: 'Aunque sea una tarea imposible conocer al otro, intentarlo merece la pena'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de diciembre de 2001