Más de 2.000 pacifistas, israelíes y palestinos, marcharon ayer por las calles de Jerusalén para exigir el fin de la violencia en esta convulsa zona. El llamamiento procedía de las Mujeres de Negro, un grupo israelí que pide el cese de la ocupación de los territorios palestinos. Mientras, el nivel de violencia continúa reduciéndose diariamente y la jornada de ayer fue de las más tranquilas en mucho tiempo. A pesar de ello, hubo dos muertes, una de cada bando.
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Los manifestantes, que concluyeron su marcha sin incidentes reseñables, iniciaron su camino delante de la residencia del propio Ariel Sharon, primer ministro israelí, en Jerusalén Oeste, y atravesaron toda la ciudad hasta llegar a la puerta de Jaffa, en el Este. Allí se inauguró un Centro para el Diálogo en un hotel del casco antiguo, un acto que protagonizaron los máximos dirigentes de la Coalición Palestino-Israelí para la Paz, Sari Nuseibe, máximo dirigente palestino en Jerusalén, y Yosi Sarid, jefe de la oposición de izquierdas en Israel.
Mientras, el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell mantuvo sendas entrevistas telefónicas con el primer ministro israelí, Ariel Sharon y el líder palestino Yasir Arafat, según confirmó ayer un portavoz en Washington. La Autoridad Nacional Palestina ha solicitado el regreso inmediato del mediador estadounidense, el ex general Anthony Zinni, que en diciembre fue llamado a consultas y cuya vuelta Washington condiciona a un apoyo al alto el fuego.
Fuentes palestinas aseguraron que en la conversación mantenida con Arafat, Powell calificó ayer como un "buen comienzo" el descenso de la violencia que, sin embargo, no ha detenido el goteo de muertos. Los fallecidos ayer son un palestino en Gaza -cuando, según los militares israelíes, se disponía a perpetrar un atentado suicida contra blancos de este país- y en Cisjordania la de un civil israelí, cuyo asesinato fue confesado por dos palestinos. Todo ello se produce mientras fuentes de ambas partes anuncian que los contactos entre el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Simón Peres, y el presidente del Consejo Legislativo Palestino, Ahmed Qreia (más conocido como Abu Ala), continuarán en los próximos días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de diciembre de 2001