La hija del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, Marija, afirmó ayer, en el inicio del proceso contra ella ante el tribunal de Belgrado, que había disparado su revólver 'por disgusto' y bajo la influencia de calmantes y alcohol cuando arrestaron a su padre el pasado abril.
Se acusa a la hija de Milosevic de tenencia ilícita de armas y de haber puesto en peligro vidas humanas al disparar cinco balas en la madrugada del pasado 1 de abril en el patio de la residencia de Milosevic, en el elegante barrio belgradense de Dedinje. Marija disparó cinco balazos de su revólver de 38 milímetros cuando su padre se disponía a entregarse a la policía tras haber pactado con el Gobierno serbio la inmunidad de su familia.
'Disparé hacia el cielo, que era de color morado. Disparé las cinco balas que caben en el Smith and Weson. Disparé por disgusto. Si se puede disparar por felicidad, se puede disparar también por disgusto', declaró la hija de Milosevic, que negó el cargo que se le imputa. Contó que esa noche, mientras duraban las negociaciones para la entrega de su padre, había tomado 'siete u ocho' pastillas de calmantes y luego 'una botella de brandy', porque pensaba que las pastillas no hacían efecto. María afirmó que tenía tres pistolas, dos con licencia y otro revólver que pertenecía a su padre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de diciembre de 2001