La crisis por la que atraviesan los socialistas vascos ha dejado al PP como única alternativa al nacionalismo en Euskadi. Al menos eso es lo que piensa el presidente del Grupo Popular en el Parlamento de Vitoria, Jaime Mayor Oreja, quien ha asumido como 'gran reto personal' que su partido supere sus propias siglas, origen e ideología para intentar atraer a aquellos votantes de izquierda que sigan creyendo que hay que mantener una alternativa al PNV.
Mayor Oreja anunció ayer esta nueva estrategia ante la constatación de que el presidente de la gestora que regirá los destinos de los socialistas en Euskadi hasta que celebren su congreso extraordinario, Ramón Jáuregui, trabaja en la línea de intentar incorporar al PNV al autonomismo y no en diseñar una alternativa a los nacionalistas.
Según Mayor, Jáuregui se equivoca al pensar que dentro del PNV hay personas con la capacidad suficiente como para dar un giro autonomista. 'El PNV no va a cambiar', afirmó, 'si no pierde unas elecciones o sufre una crisis interna. Sigue anclado en los postulados del Pacto soberanista de Lizarra'. Para Mayor Oreja, resulta evidente que la solución a los 'graves conflictos' que está generando el nacionalismo pasa por una opción política diferente y en el momento actual sólo el PP está en condiciones de ofrecerla. Mayor rechazó que su nueva estrategia suponga una 'injerencia' en la vida interna del PSE y la calificó de 'leal' con respecto a los principios de su partido.
El líder de los populares vascos aseguró que se va a comprometer personalmente en esta nueva tarea. De esta forma desmintió a quienes aseguran que abandonará Euskadi próximamente y tachó de 'marrullería política' esos rumores.
Aunque insistió en la soledad en la que se va a quedar el PP los próximos meses ante la 'larga y difícil' reflexión política que aguarda a los socialistas, expresó su confianza en que tras su congreso extraordinario, el PSE se sume a la alternativa forjada por el PP. 'El tiempo da y quita la razón y el diagnóstico sobre la estrategia soberanista del PNV es inexorable', concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de diciembre de 2001