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Tribuna:DEBATE

El compromiso del sector

Los cortes en el suministro de la luz se suceden, cada vez con mayor periodicidad desde el verano, porque el tendido eléctrico en la Comunidad Valenciana es incapaz de soportar la creciente demanda. Los apagones se repitieron con mayor intensidad hace dos semanas, coincidiendo con la ola de frío que incrementó el las necesidades de calor eléctrico. Los generadores se quedaron cortos y desde el Gobierno se pidió a los clientes que racionalizaran el uso. La red necesita una puesta a punto. Las compañías, con beneficios millonarios en los años de la liberalización, se niegan a abaratar el recibo de la luz en un país donde el Gobierno todavía fija las tarifas eléctricas. ¿Quién debe pagar la modernización de la red de distribución, básica para el desarrollo a principios del siglo XXI?

Como siempre hemos intentado evitar posturas dogmáticas, a la hora de analizar la situación actual en el transporte y la distribución de energía eléctrica venimos sosteniendo que, como toda cuestión compleja, deben valorarse objetivamente aspectos muy diversos, huyendo de un reparto de responsabilidades que las más de las veces resulta completamente aleatorio. Y así, conviene tener en cuenta que entre 1996-2001 el sector ha invertido en transporte y distribución 910.447 millones de pesetas. Fruto de esta esfuerzo es, por ejemplo, la construcción de 1.400 kilómetros de redes de transporte, que hacen que nuestro país sea, en el entorno europeo, el que más redes ha ampliado en ese período, pese a que nuestra red no era inferior a las de los demás. Se comprueba también que el crecimiento de la demanda (en torno al 40% en los últimos siete años) exige un esfuerzo cada día mayor. Por eso, durante en el ejercicio 2002 se realizarán inversiones por 192.000 millones de pesetas, una cantidad superior a la que hasta ahora se dedicaba anualmente a las redes de transporte y distribución, para mantener y mejorar la calidad del suministro, que, en indicadores medios, también se compara, incluso ventajosamente en muchos casos, con nuestro entorno europeo. Pero quien haya sufrido incidencias en el suministro eléctrico dirá -y no seré yo quien le quite la razón- que todos esos datos le resultan indiferentes, porque lo que le interesa es que su problema se resuelva. Y eso se trata de hacer, incluso mediante medidas extraordinarias, como las que se adoptaron el pasado verano. Sin embargo, resulta también necesario explicarle que nos desenvolvemos en en un entorno cada vez más complejo. Y así, conviene tener en cuenta que la complejidad de las diversas etapas del proceso eléctrico (generación, transporte, distribución y comercialización), la redistribución de competencias entre las Administraciones, el crecimiento de las viviendas y el sostenido desarrollo sitúan al suministro eléctrico ante nuevos retos, que entre todos debemos abordar, para mejorar diariamente. El sector está comprometido firmemente en este empeño.

Pedro Rivero es vicepresidente y Director General de Unesa

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de diciembre de 2001