El presidente de EE UU, George Bush, llamó ayer al presidente interino de Argentina, Adolfo Rodríguez Saá para pedirle la puesta en marcha de "un plan económico viable" en colaboración con el FMI. Así lo aseguró ayer un portavoz de la Casa Blanca en Crawford, localidad de Tejas donde el presidente pasa sus vacaciones, al subrayar que en dicha conversación Bush "enfatizó la necesidad de que el Gobierno de Argentina trabaje estrechamente con el FMI y otras instituciones financieras internacionales para conseguirlo".
Según estas fuentes, Bush devolvió con esta llamada telefónica otra realizada por el presidente interino de Argentina "hace algunos días". El presidente estadounidense también recalcó su compromiso con el pueblo de Argentina y su deseo de mantener una estrecha relación bilateral con aquel país a la vez que insistió en la voluntad de EE UU para apoyar a Argentina dentro del Fondo Monetario Internacional y las demás instituciones financieras internacionales si mantiene bajo control su política fiscal y monetaria.
Mientras, en Argentin un comité de diez economistas de las varias líneas que integran el peronismo revisaron y corrigieron el proyecto de Ley de Presupuesto para 2002 elaborado por el nuevo Ejecutivo para tender al equilibro fiscal, "ajustando a la realidad la caída del producto bruto, que se estima en más del 5%". Así, por ejemplo, anularon la decisión de devolver el 13% de la rebaja a los salarios de los empleados públicos y sólo confirmaron que únicamente los jubilados y pensionados recobrarán ese porcentaje, aunque no se sabe en qué moneda, porque dudan ahora sobre la utilidad práctica del anunciado y vapuleado argentino, del que todavía no se ha impreso ni un billete y ya vale el 50% menos. Ayer, todo indicaba que la idea de hacer circular esta tercera moneda junto al dólar y el peso, tal como había anunciado el nuevo presidente el domingo, había sido descartada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de diciembre de 2001