Varios centenares de trabucaires, según la organización, participaron ayer en Centelles en la tradicional -y este año nevada- Festa del Pi, en la que los disparos de trabuco son, con la tala del pino, los elementos más populares. El árbol -en la imagen- se traslada primero a la plaza y luego al interior de la iglesia, donde permanecerá, engalanado con manzanas, barquillos y tortas, hasta el día de Reyes, cuando los vecinos se reparten sus ramas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de diciembre de 2001