Como viene siendo habitual en sus mensajes de fin de año, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, desenterró ayer los viejos fantasmas que amenazan, en su opinión, la autonomía y el autogobierno catalán. El presidente autónomo y líder de CiU ensalzó el excelente momento que vive Cataluña en el terreno económico y social, pero alertó del 'riesgo de recorte del grado de autogobierno', y añadió que, de materializarse este peligro, los catalanes tendrían que 'oponerse con todas las fuerzas'.
¿Quién amenaza la autonomía catalana? Incógnita. Pujol no lo desveló en su discurso, pero a tenor de sus últimas declaraciones públicas, el culpable no es otro que el PP, el mismo que en Cataluña mantiene a Pujol en el poder y le salva reiteradamente en el Parlamento autonómico de comisiones de investigación y reprobaciones de la izquierda.
Para Pujol, un freno en el nivel competencial no sólo afectaría al desarrollo político de Cataluña, sino también al económico y social. Para remediarlo, apela a utilizar todos los 'triunfos', en especial el 'orgullo' de sentirse 'patriotas', 'ahora que todo el mundo habla de patriotismo', en clara referencia a la ponencia sobre el 'patriotismo constitucional' que el PP presentará en su congreso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de diciembre de 2001