Los forenses que ayer practicaron la necropsia a los cinco músicos que fallecieron el sábado mientras ensayaban en una nave de Leganés (Madrid) concluyeron ayer que la muerte se produjo al inhalar monóxido de carbono.
El gas -inoloro e incoloro- se produjo por la combustión de las maderas que los músicos emplearon para avivar el fuego de una estufa. El brasero les servía para calentar el local donde estaban ensayando y que carecía de ventilación suficiente. Cuatro de los cuerpos resultaron además calcinados.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de diciembre de 2001