Administradores, gestores y economistas viven desde hace meses sumidos en la vorágine del euro. Muchos de ellos musitarán más de una oración cuando esta medianoche se dé la bienvenida a la nueva moneda única. Con idéntica expectación, aguardarán el estreno los universitarios que en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV se preparan para manejarla y multiplicarla.
Pese a la más que previsible trascendencia de la transformación, los jóvenes que en su futuro profesional utilizarán, regularán, distribuirán, analizarán y generarán dinero no muestran una especial preocupación por lo que pueda ocurrir a partir de mañana. Iria, alumna de cuarto de Empresariales, razona esta calma con lógica aplastante: 'Para cuando accedamos al mercado laboral, el euro estará integrado en el sistema financiero de cada país y no supondrá ninguna dificultad añadida para nosotros'.
Además, su trabajo tampoco va a registrar cambios sustanciales. 'No creo que el euro influya en nuestra profesión. En mi opinión, el trabajo va a ser el mismo que con la peseta', explica Sandra, que cursa tercero de Empresariales.
Para buena parte de los estudiantes consultados, el panorama económico interno que se dibujará con la nueva moneda no supondrá una gran variación respecto al actual. 'Los problemas van a ser los mismos que los que tenemos ahora', auguran Gotzon y Alberto, estudiantes de último curso de Administración y Dirección de Empresas. En el ámbito europeo, en cambio, la influencia de la nueva moneda sí va a ser destacable y positiva, como señala Laura, de cuarto de Económicas: 'El contar con una divisa única en un mercado tan fuerte y potente como el europeo permitirá a estos países tener una mayor competitividad frente al dólar'.
Sin titubeos, los estudiantes de Económicas y Empresariales de la UPV saben al dedillo el valor de un euro en pesetas, al menos los consultados por este diario. '166,386', salió de la boca de todos ellos como un resorte. A pesar de esa exactitud, todos ellos niegan también al unísono que ellos dispongan de una mayor formación al respecto que el resto de universitarios. 'No sabemos ni más ni menos que los demás estudiantes. La información con la que contamos es la misma, porque en la universidad no nos enseñan nada sobre esto', recalca Laura, estudiante de último curso de Económicas. 'Estamos igual de preparados que el resto de los universitarios. Igual estamos más acostumbrados a hacer problemas y cambios de moneda, pero ésa puede ser la única diferencia', indica Naiara, de cuarto curso de Administración y Dirección de Empresas.
Aunque resulta paradójico, la presencia del euro en los planes de estudio de economistas y empresarios es muy escasa, como subrayan los propios alumnos. 'En la facultad no hay nada de información. Y no es lógico. Creo que dan por hecho que ya recibimos suficiente información a través de los medios de comunicación. Y es verdad que tenemos bastantes datos, pero aun así no estaría de más que en la universidad también estuviera presente el euro', explica Antxon, alumno de Empresariales.
'En el instituto sí nos dieron información sobre el euro, pero en la facultad no nos han dado ninguna clase ni ningún curso, aparte de que los problemas y ejercicios los hacemos en euros y no en pesetas', aclara Lorena, que está en segundo curso de Empresariales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de diciembre de 2001