Soy un lector cotidiano de su interesante diario, nieto de asturiano, y veo la extensa cobertura que le han dado a los trágicos sucesos en mi país. Quisiera que todo ello sea el punto de partida para una profunda reflexión de todos los factores de poder y de los que más dinero tienen. Si no cambian y ceden algo de sus privilegios en beneficio de los necesitados otras 'olas', otras 'mareas' humanas se sucederán y arrasarán con todo y ya será tarde y, lo peor, no podrán lamentarse por ello.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de enero de 2002