Centenares de bilbaínos, al igual que millones de europeos madrugadores, esperaron largas colas en los bancos y cajas abiertos ayer (en la foto, la central de la BBK en Bilbao) para llevarse al bolsillo los primeros euros canjeados en ventanilla. Otros muchos optaron por los cajeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de enero de 2002