El Impuesto sobre Depósitos de las Entidades Bancarias, que fue aprobado a finales del pasado mes de noviembre por la Asamblea de Extremadura, entró ayer en vigor. El consejero de Economía, Manuel Amigo, explicó que se prevé recaudar unos 6.000 millones de pesetas (36,06 millones de euros) con este nuevo impuesto que trata de evitar que fondos que se captan en Extremadura vayan a otras comunidades.
La tarifa progresiva del impuesto va desde el 0,3% al 0,5% de la base imponible, en lugar del 0,6 % del texto inicial. Se establecen algunas deducciones para las entidades con sede en Extremadura o sucursales que se ubiquen en pequeñas poblaciones.
Quedarán exentos el Banco de España, las autoridades de regulación monetaria, el Banco Europeo de Inversiones y las secciones de crédito de cooperativas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de enero de 2002