El ex dirigente etarra José María Arregi Erostarbe, Fitti, fue condenado ayer a 104 años de prisión por el envío de cuatro paquetes bomba en 1990, una de las cuales causó la amputación de ambas manos y la pérdida del ojo izquierdo al entonces presidente de la Audiencia Nacional, Fernando de Mateo.
La sentencia considera que los hechos constituyen cuatro delitos de asesinato frustrado y condena también a Arregi, de 55 años de edad, a indemnizar con 901.518 euros (150 millones de pesetas) a De Mateo por el conjunto de lesiones y secuelas padecidas.
Según los hechos probados, el terrorista era experto en la fabricación de explosivos y decidió remitir cuatro paquetes bomba en febrero de 1990. Los destinatarios fueron Fernando de Mateo, que era presidente de la Audiencia Nacional; Eduardo Fungairiño, por entonces teniente fiscal de esa misma audiencia; el teniente del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra Francisco Albarracín, y el director gerente de Agroman. Dos de los artefactos fueron desactivados y dos estallaron al abrirlos, aunque sólo De Mateo resultó gravísimamente herido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de enero de 2002