Un factor moderno con el que medir la convergencia es el porcentaje del Producto Interior Bruto que se dedica a gasto en investigación y desarrollo en cada región. En los años noventa el gasto andaluz nunca llegó al 10% de España, que dedica el 0,9% de su PIB a innovación.
Según Eurostat, en 1997 Andalucía, con el 0,61%, estaba delante de Galicia (0,52%), Castilla La Mancha (0,51%), Alentejo (0,40%) y Algarve (0,29%). Pero lejos de los países desarrollados: Suecia gasta en investigación el 3,7% de su PIB; Japón, el 3%; Estados Unidos, el 2,8%, y la UE se acerca al 2%.
En otro indicador de desarrollo, el número de usuarios habituales de Internet mayores de 14 años, Andalucía, con el 10,1% de la población está en el lugar número 11 entre las regiones españolas. Por cierto, que también por delante de Galicia (8,2%) y Castilla La Mancha (8,3%), las tres debajo de la media nacional de 12,6, según el Informe Anual de la Comunicación 2000-2001 elaborado por el equipo que dirige el profesor Díaz Nosti. Suecia (56%) y Dinamarca (48,4%), llevan una ventaja sustancial. Tanto en I+D como en usuarios de Internet, Andalucía está entre cinco y seis veces por detrás de los países más avanzados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de enero de 2002