¿Cómo puede ser que algo tan natural como la nieve paralice un país? Acabo de regresar de Noruega y la gente se pitorreaba, cuando no se negaban a creer lo que les explicaba, ante la situación de caos y 'crisis nacional' que ha provocado en Cataluña una nevada tan copiosa como se quiera pero de ninguna manera impresionante. Si los países del norte de Europa, con su clima, tuvieran gobiernos tan poco previsores, alarmistas y escurrebultos como nosotros, habrían retrocedido ya a la época en que los hombres se refugiaban en las cavernas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de enero de 2002