1. Salud.
Fenomenal. En 2002 iremos fenomenal de salud. Celia Villalobos ha transferido sus competencias a las comunidades autónomas y, por mal que se gestione, desaparecerá la inquietud de ver nuestra salud en manos de la réplica femenina de Jerry Lewis. A pesar de todo, Villalobos anuncia que no debemos esperar cambios. (Lo anuncia para tranquilizarnos. Qué gracia tiene: dice que nos tranquilicemos porque la sanidad va a seguir igual. Menos mal que no se propone deprimirnos). ¡Y promete ocuparse más del consumo y la Salud Pública! Se avecinan nuevos episodios de terror en el hipermercado.
Muy buen año para el amor en el PSOE: José Bono apuñalará siete veces más a José Luis Rodríguez Zapatero
2. Amor.
Muy buen año para el amor en el PSOE: José Bono apuñalará siete veces más a José Luis Rodríguez Zapatero. De esta forma, el líder socialista podrá demostrar su tolerancia y su amor al pluralismo interno. Jordi Pujol proseguirá su escalada de despecho. Tras denunciar en su discurso de fin de año que la autonomía catalana está en peligro, proclamará que Aznar jamás habló catalán, ni siquiera en la tan absoluta intimidad que compartieron. Manuel Fraga anunciará su decisión, por amor a Galicia y a España, de reencarnarse en gato para dedicar siete vidas más a mandarnos. Xabier Arzalluz seguirá enamorado de sí mismo y de su errehache nosecuántos.
3. Dinero.
Mal: el dinero de Gescartera tampoco aparecerá en 2002. La subida del alcohol, el tabaco y la gasolina reportarán a Cristóbal Montoro el Premio Nobel de Economía, por su pericia en bajar los impuestos subiéndolos.
4. Diplomacia.
Peculiar. A India y Pakistán viajará Piqué Nodoyuna, dada su experiencia en conflictos entre naciones fronterizas. Regresará diciendo que la situación es 'complicada'. (Esta profecía está basada en el reciente viaje de Piqué a Argentina: volvió diciendo que la situación es 'difícil'. Sagacidad no le falta. Un ministro de Exteriores así es como un hombre del tiempo que sólo comentara el tiempo del día: 'Y ahora el tiempo: en mi casa está lloviendo. Y esto es todo, hasta mañana').
5. Paz.
Regular. Nuestros 400 soldados, comandados por Federico Trillo, y con el afán de demostrar que los españoles merecíamos más confianza, se desplazarán a Afganistán a pie. Cuando los últimos talibanes vean llegar a Trillo a lomos de la cabra legionaria se morirán de risa. Ganaremos la guerra, pero la ONU multará a España por usar armas antirreglamentarias.
6. Trabajo.
Bien en general. Formidable para Jesús Posada y Anna Birulés, que seguirán cobrando el sueldo de ministros sin dar un palo al agua.
7. Risa.
Muy requetebien, porque Aznar seguirá usando los tirantes mágicos que le elevan unos centímetros por encima del suelo y le dan esa apariencia tan graciosa de muñeco vanidosito. (Presidente europeo. ¡Dios mío! Si ya nos menospreciaba antes, ¿qué cosas tendremos que aguantarle ahora?).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de enero de 2002